Jueves, 24 Febrero 2011 05:34

Una verdad realmente incómoda…

Hace algunos años, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, sorprendió al mundo con un documental cargado de nefastas noticias sobre el futuro del planeta, consecuencia del sobrecalentamiento de los polos y de la reiterada negativa de los países industrializados por suscribir los tratados internacionales, que de alguna manera pudieran coadyuvar para que eso no pasara, o al menos se minimizaran sus impactos.
Dicho documental, además de valerle un Oscar de la Academia, también propició que se le otorgara el Premio Nobel de la Paz,  aunque no faltaron los especialistas en la bajada de piso (que por cierto abundan en Costa Rica),  diciendo que ese informe no era más que una profecía llena de espectacularidad.  Durante el año pasado y en los inicios de este, han podido sentirse en el planeta,  las consecuencias de ese calentamiento y ha sido visible ya, que no se trata de pronosticar calamidades, sino que la llamada de atención venida de estudios científicos serios, nacidos de la inteligencia de personas interesadas en la investigación,  nos pueden hacer tomar medidas que bien nos pueden evitar problemas futuros.
En fechas recientes,  tuve la dicha de escuchar del Dr. Guillermo Quirós, oceanógrafo costarricense, académico de vocación e investigador de oficio, dando una charla donde explicaba los alcances reales de la devastación que el Gobierno nica hace desde hace meses en nuestro territorio.  Extraña,  pero muy extrañamente, ha sido muy poca la cobertura que los medios televisivos y de prensa, han dado a esas consecuencias, pese al conocimiento que tienen del estudio.
Más extrañeza me ha causado sin embargo, ver  el absoluto silencio de los llamados defensores del ambiente de este país.  En otras oportunidades, los he visto haciendo marchas y no sé, si hasta huelgas de hambre.  He visto en esas gestas a diputados, sindicalistas y hasta ex candidatos presidenciales, pero todos, han callado ante la destrucción masiva de recursos naturales y sus consecuencias irremediables en el Caribe Norte de nuestro país.
¿Será acaso que en esta ocasión no hay dividendos políticos locales y más bien es un tema en el que lo que se requiere es unidad nacional real y no de pose política? ¿Será acaso que como las cámaras de televisión en este país le dan más énfasis a las superficialidades faranduleras, esos defensores ambientales prefieren irse de fiesta para que los vean en topes, carnavales y conciertos?
No importa cuál sea la motivación de estos para no pronunciarse, lo importante es que ya se les conoce.  Lo relevante aquí es hacer el llamado correspondiente para que las personas que quieran conocer la verdad, vean y analicen el estudio  de impacto que el Dr. Quirós ha preparado.  Todo aquel que ame a este país, debe  conocer los alcances de esta destrucción al suelo patrio y las consecuencias que nos esperan, si la Corte de la Haya no detiene a los filibusteros del siglo 21.
Don Guillermo ha hecho el trabajo y está al alcance de todo aquel que desee informarse de una forma seria,  objetiva y sin motivaciones políticas ni de ninguna otra naturaleza.  Que no pequemos de ignorantes, que no caigamos en la trampa de justificar nuestra inoperancia con un “yo no sabía”.
La información sobre los daños ambientales y su IRREPARABILIDAD está ya esbozada en una investigación seria y documentada.  Esta investigación no recibirá un Oscar, ni tampoco un Nobel de la Paz, pero les aseguro que es una Verdad realmente incómoda, que es justo y necesario conocer.
Hace algunos años, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, sorprendió al mundo con un documental cargado de nefastas noticias sobre el futuro del planeta, consecuencia del sobrecalentamiento de los polos y de la reiterada negativa de los países industrializados por suscribir los tratados internacionales, que de alguna manera pudieran coadyuvar para que eso no pasara, o al menos se minimizaran sus impactos.
Dicho documental, además de valerle un Oscar de la Academia, también propició que se le otorgara el Premio Nobel de la Paz,  aunque no faltaron los especialistas en la bajada de piso (que por cierto abundan en Costa Rica),  diciendo que ese informe no era más que una profecía llena de espectacularidad.  Durante el año pasado y en los inicios de este, han podido sentirse en el planeta,  las consecuencias de ese calentamiento y ha sido visible ya, que no se trata de pronosticar calamidades, sino que la llamada de atención venida de estudios científicos serios, nacidos de la inteligencia de personas interesadas en la investigación,  nos pueden hacer tomar medidas que bien nos pueden evitar problemas futuros.
En fechas recientes,  tuve la dicha de escuchar del Dr. Guillermo Quirós, oceanógrafo costarricense, académico de vocación e investigador de oficio, dando una charla donde explicaba los alcances reales de la devastación que el Gobierno nica hace desde hace meses en nuestro territorio.  Extraña,  pero muy extrañamente, ha sido muy poca la cobertura que los medios televisivos y de prensa, han dado a esas consecuencias, pese al conocimiento que tienen del estudio.
Más extrañeza me ha causado sin embargo, ver  el absoluto silencio de los llamados defensores del ambiente de este país.  En otras oportunidades, los he visto haciendo marchas y no sé, si hasta huelgas de hambre.  He visto en esas gestas a diputados, sindicalistas y hasta ex candidatos presidenciales, pero todos, han callado ante la destrucción masiva de recursos naturales y sus consecuencias irremediables en el Caribe Norte de nuestro país.
¿Será acaso que en esta ocasión no hay dividendos políticos locales y más bien es un tema en el que lo que se requiere es unidad nacional real y no de pose política? ¿Será acaso que como las cámaras de televisión en este país le dan más énfasis a las superficialidades faranduleras, esos defensores ambientales prefieren irse de fiesta para que los vean en topes, carnavales y conciertos?
No importa cuál sea la motivación de estos para no pronunciarse, lo importante es que ya se les conoce.  Lo relevante aquí es hacer el llamado correspondiente para que las personas que quieran conocer la verdad, vean y analicen el estudio  de impacto que el Dr. Quirós ha preparado.  Todo aquel que ame a este país, debe  conocer los alcances de esta destrucción al suelo patrio y las consecuencias que nos esperan, si la Corte de la Haya no
detiene a los filibusteros del siglo 21.
Don Guillermo ha hecho el trabajo y está al alcance de todo aquel que desee informarse de una forma seria,  objetiva y sin motivaciones políticas ni de ninguna otra naturaleza.  Que no pequemos de ignorantes, que no caigamos en la trampa de justificar nuestra inoperancia con un “yo no sabía”.
La información sobre los daños ambientales y su IRREPARABILIDAD está ya esbozada en una investigación seria y documentada.  Esta investigación no recibirá un Oscar, ni tampoco un Nobel de la Paz, pero les aseguro que es una Verdad realmente incómoda, que es justo y necesario conocer.

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