Las personas que tienen convicciones en torno a la libertad son personas que la pregonan, que la defienden, que viven con ella y en ella observan las soluciones a los abusos mismos de la libertad.
No encontraremos jamás una persona cuyas convicciones sean en pro de las libertades públicas, de pensamiento, de expresión, de información, de reunión, de asociación política, de ejercicio económico buscando reducir, controlar, y amenazar dichas libertades.
Quien cree y lucha por la libertad de expresión y de información no piensa en eliminarla, en reducirla, en mediatizarla a comités y juntas de censura o en crear penas y sanciones que sirvan como herramienta de chantaje para cerrar un medio y con ello suprimir las expresiones de un programa o de un individuo.
Quienes tienen arraigadas convicciones autoritarias, controlistas o totalitarias piensan en expropiar los medios de comunicación colectiva, piensan en regular lo expresado en medios y programas, piensan en llevar a quienes se expresan a censuras previas, a juntas de inquisidores, a herramientas de expropiación y de cierre de medios como mecanismo de hacer que en una sociedad se piense lo que ellos quieren y no lo que el pueblo libremente desea expresar y los medios difundir.
El MICIT desarrolló un borrador de ley ,para con base en tribunales especiales, un listado de de faltas irrisorias, cerrar y confiscar medios y frecuencias de radio y de televisión. Los jerarcas dijeron no haber participado pero todos lo conocían. Los abogados que lo redactaron se oponían a ese proyecto. Los redactores copiaron y pegaron párrafos de leyes de países que no son ejemplo de libertad de prensa. ¿Quién con las convicciones del lado de la libertad y de la democracia iba a redactar tal despropósito? ¿Quién creyendo en la libertad iba a permitir que cierres y confiscaciones fueran herramienta para coartar lo dicho?
No han aparecido los nombres de los redactores. Agazapados en la penumbra medran para volver a dar un zarpazo. El país decidió desde la independencia por la libertad. ¿Quién ha osado pensar en reprimirla, en condicionarla, en limitarla o en amenazarla, que no sea persona que no cree en la libertad?
Quienes redacten el nuevo proyecto no pueden ser personas con ánimo totalitario. No pueden ser personas con la convicción de que la solución a generar más libertad en sociedad es expropiar los medios de comunicación colectiva. No puede ser quien esté convencido de que con cierre de programas, de medios y confiscación de frecuencias se vive o se gobierna mejor. La democracia y la libertad son para fortalecer al individuo, por que el individuo es el centro del sistema no el gobierno, no la nomenclatura política gobernante.
Viva la libertad. En este asunto el país no puede aflojar.            

Emilio Bruce