Viernes, 14 Octubre 2011 06:00

DONDE HAY ORDEN ……………….ESTA DIOS

Este dicho muy costarricense,  se aplica a la sabiduría popular, si….. a la sabiduría de nuestros abuelos que con valores y principios muy claros pudieron cimentar un estado de derecho, basado en el respeto a la propiedad privada, en donde la libertad de pensamiento, de credo e incluso la libertad de elegir nuestros gobernantes; fueron esculpiendo con naturalidad, el rostro de nuestras instituciones.
La sensibilidad con que se enfrentaban  los retos y desafíos de cada momento, determinaron la necesidad imperiosa de legislar y proteger al desprotegido, al que menos tiene y es precisamente en este momento histórico que se determina mejorar la distribución de la riqueza nacional y el nivel de desarrollo de la familia campesina rural, generando paz social en el agro costarricense.
Es así como el 14 de octubre de 1961, mediante la promulgación de la ley 2825, denominada Ley de Tierras y Colonización, el Estado costarricense inicia el proceso de ordenamiento agrario. Cabe recalcar que en un año después el 04 de octubre  de 1962 mediante la ley 3042 se crea el ITCO, Instituto de Tierras y Colonización
En sus inicios y hasta el año 1966, el proceso de ordenamiento agrario se concentró en la colonización dirigida, que consistía en formar asentamientos humanos en terrenos, algunos casi vírgenes, incorporándolos al proceso productivo nacional, lo que  implicó el traslado de población, del Valle Central, a esta nuevas tierras, ampliando así, la denominada Frontera Agrícola del país.
Se tuvo que solucionar los conflictos que generan los precarios y la administración de tierras del Estado, traspasadas a la institución.
A partir del año 70, el aumento demográfico y la demanda de empleo, unido al agotamiento de esta frontera agrícola, generó un aumento significativo de la presión sobre la tierra, y es así como el 1º de setiembre de 1975, se promulga la Ley 5792, para mejorar  la posición financiera de la institución e impulsar  una política de formación y desarrollo de asentamientos campesinos, bajo el enfoque denominado Regiones de Desarrollo  entre las cuales tenemos a Coto Sur, Bataán, Cariari, Río Frío, Llanos de Cortés, Osa, Coto Brus y Coyolar.
Posteriormente, con la transformación del ITCO en IDA, en marzo de 1982, la gestión institucional se enfoco a propiciar un mayor énfasis al desarrollo agrario en los asentamientos campesinos.
Esta noble institución ha legalizado la tenencia de la tierra a 39 mil familias, ocupantes de tierras de Reservas Nacionales.
Resulta  invaluable el aporte que el IDA ha dado al Patrimonio Nacional de Áreas Protegidas, incorporando y traspasando gran cantidad de tierras dedicadas a Parques y Reservas Nacionales tales como Forestales, Biológicas, Protectoras, Refugios de Fauna Silvestre, Humedales y otros.
Ha logrado recuperar tierras pertenecientes a las Reservas Indígenas, que han sido ocupadas por población no indígena. Así como la vigilancia de estas Reservas, por medio de un equipo de Guarda-Reservas, integrado por aborígenes, con cargo al presupuesto del IDA.
Ha cubierto el 10% de la población total del país y el 20% del territorio nacional. La producción en estos asentamientos campesinos, se ha diversificado en lo agropecuario, agroforestal, agroindustrial y agro-ecoturismo, tanto para el consumo interno, como externo.
En resumen, al cabo de estos 50 años, y en cumplimiento de la misión de mejorar la distribución de la riqueza nacional, El IDA ya sobrepasó los mil asentamientos campesinos, que abarcan 814 mil hectáreas, distribuidos por todo el país, en donde se encuentran asentadas más de 75 mil familias, con una población de 375 mil personas, que obtienen su sustento de la tierra que le ha sido adjudicada, y en donde bajo el principio de equidad, participan también las mujeres y la juventud rural.
Es definitivo, para que una institución sobreviva y se mantenga vigente, debe modernizarse, adaptarse a los nuevos tiempos; hoy en día, está en trámite en la Asamblea Legislativa, el Proyecto de Ley que transformaría al IDA en el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), cuyo objetivo primordial es desarrollar los territorios rurales, que tienen mayores índices de pobreza, definidos en el plan de gobierno actual.
Es por esto que en un 14 de octubre como hoy, hace 50 años nació en Costa Rica el IDA.
Auguramos que con ese mismo sentido de justicia social que nuestros abuelos se inspiraron, podamos seguir diciendo…….. donde hay orden ….esta Dios.
Comentario de Gustavo Adolfo Piedra Guzmán
Vicepresidente de la Cámara Nacional de Radio
Este dicho muy costarricense,  se aplica a la sabiduría popular, si….. a la sabiduría de nuestros abuelos que con valores y principios muy claros pudieron cimentar un estado de derecho, basado en el respeto a la propiedad privada, en donde la libertad de pensamiento, de credo e incluso la libertad de elegir nuestros gobernantes; fueron esculpiendo con naturalidad, el rostro de nuestras instituciones.
La sensibilidad con que se enfrentaban  los retos y desafíos de cada momento, determinaron la necesidad imperiosa de legislar y proteger al desprotegido, al que menos tiene y es precisamente en este momento histórico que se determina mejorar la distribución de la riqueza nacional y el nivel de desarrollo de la familia campesina rural, generando paz social en el agro costarricense.
Es así como el 14 de octubre de 1961, mediante la promulgación de la ley 2825, denominada Ley de Tierras y Colonización, el Estado costarricense inicia el proceso de ordenamiento agrario. Cabe recalcar que en un año después el 04 de octubre  de 1962 mediante la ley 3042 se crea el ITCO, Instituto de Tierras y Colonización
En sus inicios y hasta el año 1966, el proceso de ordenamiento agrario se concentró en la colonización dirigida, que consistía en formar asentamientos humanos en terrenos, algunos casi vírgenes, incorporándolos al proceso productivo nacional, lo que  implicó el traslado de población, del Valle Central, a esta nuevas tierras, ampliando así, la denominada Frontera Agrícola del país.
Se tuvo que solucionar los conflictos que generan los precarios y la administración de tierras del Estado, traspasadas a la institución.
A partir del año 70, el aumento demográfico y la demanda de empleo, unido al agotamiento de esta frontera agrícola, generó un aumento significativo de la presión sobre la tierra, y es así como el 1º de setiembre de 1975, se promulga la Ley 5792, para mejorar  la posición financiera de la institución e impulsar  una política de formación y desarrollo de asentamientos campesinos, bajo el enfoque denominado Regiones de Desarrollo  entre las cuales tenemos a Coto Sur, Bataán, Cariari, Río Frío, Llanos de Cortés, Osa, Coto Brus y Coyolar.
Posteriormente, con la transformación del ITCO en IDA, en marzo de 1982, la gestión institucional se enfoco a propiciar un mayor énfasis al desarrollo agrario en los asentamientos campesinos.
Esta noble institución ha legalizado la tenencia de la tierra a 39 mil familias, ocupantes de tierras de Reservas Nacionales.
Resulta  invaluable el aporte que el IDA ha dado al Patrimonio Nacional de Áreas Protegidas, incorporando y traspasando gran cantidad de tierras dedicadas a Parques y Reservas Nacionales tales como Forestales, Biológicas, Protectoras, Refugios de Fauna Silvestre, Humedales y otros.
Ha logrado recuperar tierras pertenecientes a las Reservas Indígenas, que han sido ocupadas por población no indígena. Así como la vigilancia de estas Reservas, por medio de un equipo de Guarda-Reservas, integrado por aborígenes, con cargo al presupuesto del IDA.
Ha cubierto el 10% de la población total del país y el 20% del territorio nacional. La producción en estos asentamientos campesinos, se ha diversificado en lo agropecuario, agroforestal, agroindustrial y agro-ecoturismo, tanto para el consumo interno, como externo.
En resumen, al cabo de estos 50 años, y en cumplimiento de la misión de mejorar la distribución de la riqueza nacional, El IDA ya sobrepasó los mil asentamientos campesinos, que abarcan 814 mil hectáreas, distribuidos por todo el país, en donde se encuentran asentadas más de 75 mil familias, con una población de 375 mil personas, que obtienen su sustento de la tierra que le ha sido adjudicada, y en donde bajo el principio de equidad, participan también las mujeres y la juventud rural.
Es definitivo, para que una institución sobreviva y se mantenga vigente, debe modernizarse, adaptarse a los nuevos tiempos; hoy en día, está en trámite en la Asamblea Legislativa, el Proyecto de Ley que transformaría al IDA en el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), cuyo objetivo primordial es desarrollar los territorios rurales, que tienen mayores índices de pobreza, definidos en el plan de gobierno actual.
Es por esto que en un 14 de octubre como hoy, hace 50 años nació en Costa Rica el IDA.
Auguramos que con ese mismo sentido de justicia social que nuestros abuelos se inspiraron, podamos seguir diciendo…….. donde hay orden ….esta Dios.
Comentario de Gustavo Adolfo Piedra Guzmán
Vicepresidente de la Cámara Nacional de Radio

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