Orlando Castro Quesada

Orlando Castro Quesada

A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
Veamos un par de ejemplos de esos grandes temas de interés nacional que evidencian que la clase política tradicional pareciera carecer los conocimientos y de la necesaria capacidad para afrontarlos y resolverlos para bien de las grandes mayorías.
El primer gran tema es el de los impuestos, desde de la Administración Pacheco de la Espriella hasta la actual, los ministros de Hacienda de turno, dieron sendos discursos, alertando que de no aprobarse los respectivos paquetes de impuestos, que cada uno, en su oportunidad, envió a conocimiento de las y los diputados; el país, prácticamente iría para la bancarrota pues lo cierto, es que ninguno fue aprobado y nada pasó. Entonces ¿sería que nos querían asustar con la vaina vacía?
El otro gran tema es la estabilidad económica y financiera de la Caja Costarricense del Seguro Social, desde hace ya muchos años, también nos vienen diciendo que la institución está en serios problemas pero a sus cuerpo directivo y altas gerencias, siguen llevando a políticos de carrera y no tanto a técnicos profesionales de carrera, quienes por experiencia y conocimiento, podrían darle un giro de ciento ochenta grados a esta institución social, pilar de nuestra seguridad y paz social; esa misma que es envidia y objeto de estudio por parte de otras naciones, mucho más desarrolladas que Costa Rica pero cierto es que, en los últimos años, la clase política de turno, pareciera se ha empeñado más que en fortalecerla a debilitarla, al llevar a su junta directiva y puestos de alta gerencia, no precisamente, a los más capaces y preparados, sino a los más cercanos colaboradores políticos.
Si nuestra percepción es correcta, ya es tiempo que como pueblo, tomemos conciencia de que urge una nueva y diferente clase de partidos y de políticos, que primero que nada, entiendan que, en estos tiempos, es imposible que solo un grupo de la sociedad, tenga todo el conocimiento y en consecuencia todas las respuestas para las necesidades y expectativas del resto del conglomerado social.
Segundo, las personas de a pie, como usted y yo, debemos también tener muy claro, que si queremos que las cosas cambien para bien en este país, deberemos dejar de ser simples espectadores de los asuntos de interés nacional para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades, en parte integral de las soluciones que todos anhelamos y queremos para Costa Rica.
A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
Veamos un par de ejemplos de esos grandes temas de interés nacional que evidencian que la clase política tradicional pareciera carecer los conocimientos y de la necesaria capacidad para afrontarlos y resolverlos para bien de las grandes mayorías.
El primer gran tema es el de los impuestos, desde de la Administración Pacheco de la Espriella hasta la actual, los ministros de Hacienda de turno, dieron sendos discursos, alertando que de no aprobarse los respectivos paquetes de impuestos, que cada uno, en su oportunidad, envió a conocimiento de las y los diputados; el país, prácticamente iría para la bancarrota pues lo cierto, es que ninguno fue aprobado y nada pasó. Entonces ¿sería que nos querían asustar con la vaina vacía?
El otro gran tema es la estabilidad económica y financiera de la Caja Costarricense del Seguro Social, desde hace ya muchos años, también nos vienen diciendo que la institución está en serios problemas pero a sus cuerpo directivo y altas gerencias, siguen llevando a políticos de carrera y no tanto a técnicos profesionales de carrera, quienes por experiencia y conocimiento, podrían darle un giro de ciento ochenta grados a esta institución social, pilar de nuestra seguridad y paz social; esa misma que es envidia y objeto de estudio por parte de otras naciones, mucho más desarrolladas que Costa Rica pero cierto es que, en los últimos años, la clase política de turno, pareciera se ha empeñado más que en fortalecerla a debilitarla, al llevar a su junta directiva y puestos de alta gerencia, no precisamente, a los más capaces y preparados, sino a los más cercanos colaboradores políticos.
Si nuestra percepción es correcta, ya es tiempo que como pueblo, tomemos conciencia de que urge una nueva y diferente clase de partidos y de políticos, que primero que nada, entiendan que, en estos tiempos, es imposible que solo un grupo de la sociedad, tenga todo el conocimiento y en consecuencia todas las respuestas para las necesidades y expectativas del resto del conglomerado social.
Segundo, las personas de a pie, como usted y yo, debemos también tener muy claro, que si queremos que las cosas cambien para bien en este país, deberemos dejar de ser simples espectadores de los asuntos de interés nacional para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades, en parte integral de las soluciones que todos anhelamos y queremos para Costa Rica.
A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
Mientras que, en el sector privado, esa práctica de recurrir a las consultorías, no es un recurso que, de manera regular y reiterada, se le echa mano pues cuando se contratan los servicios de profesionales externos a una organización, fundamentalmente, es para resolver coyunturas muy específicas y no tanto las operacionales, dado que estas últimas, se parte del hecho, de que deben ser efectuadas por sus profesionales de planta.
Las consultorías en el sector público, han llegado a tales niveles, que ya hasta se habla de planillas paralelas, como toda una realidad de muchas organizaciones públicas, con todo lo que esta práctica implica, tal vez la primera y más destacable, es que son fundamentalmente relaciones comerciales y no laborales.
Lo anterior, tiene varias implicancias, al no ser una relación laboral, no existe una subordinación del contratado hacia quien lo contrata, por lo tanto, este no le puede fijar días para laborar, ni horas de entrada o salida,  ni verificar el avance de su desempeño.
Otro elemento a destacar es que las consultorías al realizarse como servicios profesionales, no pagan la cuota obrera-patronal, con lo cual se evita la contribución solidaria, que todo trabajador y empleador realiza, a favor de la Caja Costarricense del Seguro Social y al resto de la sociedad.
Finalmente, la experiencia reciente con varias consultorías en la Caja Costarricense del Seguro Social, hechas públicas en sendas acusaciones y juicios penales, ya que estas solo generaron erogaciones de dinero a la institución y ningún beneficio concreto por el supuesto trabajo realizado por las personas que suscribieron los acuerdos de consultorías pero si recibieron dinero por esas supuestas asesorías. Pareciera que este expediente de las consultorías es un recurso que facilita algunas formas para satisfacer el clientelismo político y a la indeseable corrupción en el sector público en asocio con el privado.
En la pasada edición de la República, del 7 de junio, el titular puso en conocimiento de sus lectores de que, ahora es la Autoridad Reguladora la que está recurriendo, en forma exponencial, al uso del recurso de las consultorías, con este decir no pretendo insinuar de que existe algún acto doloso detrás de esas consultorías pero por transparencia este ente público debe hacer el mejor esfuerzo por justificarlas sin que quede la menor duda.
Concluyo afirmando que no estoy en contra de las consultorías per se pero es muy importante por las sumas de dinero involucradas, que se aclaren y se justifiquen los motivos por los cuales el uso de este expediente, se vuelve, cada vez, más frecuente.
Mientras que, en el sector privado, esa práctica de recurrir a las consultorías, no es un recurso que, de manera regular y reiterada, se le echa mano pues cuando se contratan los servicios de profesionales externos a una organización, fundamentalmente, es para resolver coyunturas muy específicas y no tanto las operacionales, dado que estas últimas, se parte del hecho, de que deben ser efectuadas por sus profesionales de planta.
Mientras que, en el sector privado, esa práctica de recurrir a las consultorías, no es un recurso que, de manera regular y reiterada, se le echa mano pues cuando se contratan los servicios de profesionales externos a una organización, fundamentalmente, es para resolver coyunturas muy específicas y no tanto las operacionales, dado que estas últimas, se parte del hecho, de que deben ser efectuadas por sus profesionales de planta.
Las consultorías en el sector público, han llegado a tales niveles, que ya hasta se habla de planillas paralelas, como toda una realidad de muchas organizaciones públicas, con todo lo que esta práctica implica, tal vez la primera y más destacable, es que son fundamentalmente relaciones comerciales y no laborales.
Lo anterior, tiene varias implicancias, al no ser una relación laboral, no existe una subordinación del contratado hacia quien lo contrata, por lo tanto, este no le puede fijar días para laborar, ni horas de entrada o salida,  ni verificar el avance de su desempeño.
Otro elemento a destacar es que las consultorías al realizarse como servicios profesionales, no pagan la cuota obrera-patronal, con lo cual se evita la contribución solidaria, que todo trabajador y empleador realiza, a favor de la Caja Costarricense del Seguro Social y al resto de la sociedad.
Finalmente, la experiencia reciente con varias consultorías en la Caja Costarricense del Seguro Social, hechas públicas en sendas acusaciones y juicios penales, ya que estas solo generaron erogaciones de dinero a la institución y ningún beneficio concreto por el supuesto trabajo realizado por las personas que suscribieron los acuerdos de consultorías pero si recibieron dinero por esas supuestas asesorías. Pareciera que este expediente de las consultorías es un recurso que facilita algunas formas para satisfacer el clientelismo político y a la indeseable corrupción en el sector público en asocio con el privado.
En la pasada edición de la República, del 7 de junio, el titular puso en conocimiento de sus lectores de que, ahora es la Autoridad Reguladora la que está recurriendo, en forma exponencial, al uso del recurso de las consultorías, con este decir no pretendo insinuar de que existe algún acto doloso detrás de esas consultorías pero por transparencia este ente público debe hacer el mejor esfuerzo por justificarlas sin que quede la menor duda.
Concluyo afirmando que no estoy en contra de las consultorías per se pero es muy importante por las sumas de dinero involucradas, que se aclaren y se justifiquen los motivos por los cuales el uso de este expediente, se vuelve, cada vez, más frecuente.
Mientras que, en el sector privado, esa práctica de recurrir a las consultorías, no es un recurso que, de manera regular y reiterada, se le echa mano pues cuando se contratan los servicios de profesionales externos a una organización, fundamentalmente, es para resolver coyunturas muy específicas y no tanto las operacionales, dado que estas últimas, se parte del hecho, de que deben ser efectuadas por sus profesionales de planta.
Los medios de comunicación anunciaron que, en los próximos días, don José María Figueres, después de auto exiló, de más de diez años y después de unas dos o cuatro visitas relámpago al país hará pública su visión país. Ante este tipo de anuncios, uno no puede menos que preguntarse cómo es posible que una persona que decisión propia se alejò por tanto tiempo de la Patria, venga ahora a decirnos que tiene una propuesta sobre la Costa Rica del futuro. Como cualquier ciudadano tiene derecho a tenerla pero que esta sea objetiva e inteligentemente fundamentada, es algo muy diferente.
El señor Figueres Olsen está en todo su derecho de expresar sus ideas pero por favor, no puedo creer que a su intempestiva propuesta, alguien le pueda dar alguna validez, ya que, evidentemente, fue creada en unas muy pocas semanas pero sobretodo después de haberse desligado de la realidad nacional por demasiados años.
Por otro lado, ante la deslucida gestión de su administración la Presidente Chinchilla Miranda, anuncia la conformación de una “Junta de Notables”, yo a esta junta, la pongo entrecomillas, Porque ¿Qué tiene que ver la notabilidad con tener el conocimiento integral y necesario para vengan a decirnos al resto de la Sociedad cómo debemos producir riqueza, trabajar, dar nuestro aporte a la mantención de nuestra institucionalidad y nuestra democracia? ¿Por qué será que unos pocos notables podrían saber lo que le conviene al resto de las y los costarricenses y a Costa Rica?
Por otro lado, cuando escuché ese anuncio de la señora presidente, no pude menos que decirme a mí mismo entonces, el ocho de mayo del dos mil diez, doña Laura cuando asumió la Presidencia de la República, carecía de una visión propia de la Costa Rica que iba a gobernar por cuatro años.
Entonces me pregunto ¿De qué le valió su experiencia como Ministra de Seguridad en la Administración Figueres Olsen, su diputación, por dedo gracias a la escogencia que le hiciera don Rolando Araya Monge, para ser una de los cinco llamados diputados nacionales, finalmente Vicepresidente de la República y Ministra de Justicia?
Dicen los abogados a reconocimiento de culpa, relevo de pruebas pues si aplicamos este decir a la señora Presidente Chinchilla con su anuncio de la conformación de una Junta de Notables, está reconociendo, tácitamente, que su paso por los diferentes puestos que ocupó, no le sirvieron para generar una visión país propia, gracias a esa experiencia y al estudio cejudo de la realidad nacional propia de quien se presenta ante las y los costarricenses a pedirles que le confieran la confianza para dirigir sus destinos, los destinos de Costa Rica por cuatro años; de estar en lo correcto, esto es muy lamentable.
Sin duda urge una visión Costa Rica, un Proyecto-país pero este no debe ser el esfuerzo de un solo costarricense o de un grupo reducido de los llamados notables. Este para que sea realmente viable e integral, debe proceder del esfuerzo convergente de todos los sectores integrantes de la Sociedad y no solo de un sector de ella: Los políticos.
Los medios de comunicación anunciaron que, en los próximos días, don José María Figueres, después de auto exiló, de más de diez años y después de unas dos o cuatro visitas relámpago al país hará pública su visión país. Ante este tipo de anuncios, uno no puede menos que preguntarse cómo es posible que una persona que decisión propia se alejò por tanto tiempo de la Patria, venga ahora a decirnos que tiene una propuesta sobre la Costa Rica del futuro. Como cualquier ciudadano tiene derecho a tenerla pero que esta sea objetiva e inteligentemente fundamentada, es algo muy diferente.
Los medios de comunicación anunciaron que, en los próximos días, don José María Figueres, después de auto exiló, de más de diez años y después de unas dos o cuatro visitas relámpago al país hará pública su visión país. Ante este tipo de anuncios, uno no puede menos que preguntarse cómo es posible que una persona que decisión propia se alejò por tanto tiempo de la Patria, venga ahora a decirnos que tiene una propuesta sobre la Costa Rica del futuro. Como cualquier ciudadano tiene derecho a tenerla pero que esta sea objetiva e inteligentemente fundamentada, es algo muy diferente.
El señor Figueres Olsen está en todo su derecho de expresar sus ideas pero por favor, no puedo creer que a su intempestiva propuesta, alguien le pueda dar alguna validez, ya que, evidentemente, fue creada en unas muy pocas semanas pero sobretodo después de haberse desligado de la realidad nacional por demasiados años.
Por otro lado, ante la deslucida gestión de su administración la Presidente Chinchilla Miranda, anuncia la conformación de una “Junta de Notables”, yo a esta junta, la pongo entrecomillas, Porque ¿Qué tiene que ver la notabilidad con tener el conocimiento integral y necesario para vengan a decirnos al resto de la Sociedad cómo debemos producir riqueza, trabajar, dar nuestro aporte a la mantención de nuestra institucionalidad y nuestra democracia? ¿Por qué será que unos pocos notables podrían saber lo que le conviene al resto de las y los costarricenses y a Costa Rica?
Por otro lado, cuando escuché ese anuncio de la señora presidente, no pude menos que decirme a mí mismo entonces, el ocho de mayo del dos mil diez, doña Laura cuando asumió la Presidencia de la República, carecía de una visión propia de la Costa Rica que iba a gobernar por cuatro años.
Entonces me pregunto ¿De qué le valió su experiencia como Ministra de Seguridad en la Administración Figueres Olsen, su diputación, por dedo gracias a la escogencia que le hiciera don Rolando Araya Monge, para ser una de los cinco llamados diputados nacionales, finalmente Vicepresidente de la República y Ministra de Justicia?
Dicen los abogados a reconocimiento de culpa, relevo de pruebas pues si aplicamos este decir a la señora Presidente Chinchilla con su anuncio de la conformación de una Junta de Notables, está reconociendo, tácitamente, que su paso por los diferentes puestos que ocupó, no le sirvieron para generar una visión país propia, gracias a esa experiencia y al estudio cejudo de la realidad nacional propia de quien se presenta ante las y los costarricenses a pedirles que le confieran la confianza para dirigir sus destinos, los destinos de Costa Rica por cuatro años; de estar en lo correcto, esto es muy lamentable.
Sin duda urge una visión Costa Rica, un Proyecto-país pero este no debe ser el esfuerzo de un solo costarricense o de un grupo reducido de los llamados notables. Este para que sea realmente viable e integral, debe proceder del esfuerzo convergente de todos los sectores integrantes de la Sociedad y no solo de un sector de ella: Los políticos.
Los medios de comunicación anunciaron que, en los próximos días, don José María Figueres, después de auto exiló, de más de diez años y después de unas dos o cuatro visitas relámpago al país hará pública su visión país. Ante este tipo de anuncios, uno no puede menos que preguntarse cómo es posible que una persona que decisión propia se alejò por tanto tiempo de la Patria, venga ahora a decirnos que tiene una propuesta sobre la Costa Rica del futuro. Como cualquier ciudadano tiene derecho a tenerla pero que esta sea objetiva e inteligentemente fundamentada, es algo muy diferente.
La Carretera llamada Juanito Mora o también conocida como la carretera Dignidad, cuyo trayecto va paralelo a la margen del Río San Juan, en nuestra frontera norte y su construcción tiene como propósito que darle vías de comunicación de terrestre a diferentes poblaciones de la zona, a las que antes solo se les podía llegar por ese río.
Lo cierto es que, desde los inicios de la construcción, esta iniciativa ha sido noticia, las que van desde acusaciones por un supuesto daño ambiental, presentadas por parte de nacionales, quienes sin saberlo fueron tontos útiles al servicio de los intereses espurios del gobierno sandinista. Ahora nuevamente es noticia pero por nuevos actos de corrupción cometidos al menos por dos funcionarios ligados al CONAVI e involucrados en su construcción.
Ese muy aparente acto de corrupción, como excepción a la regla, fue dado a conocer a la opinión pública, no por algún medio noticioso, como ha sido la costumbre, desde hace ya varios años, sino que ahora fueron dos señores diputados los denunciantes y la señora presidente Laura Chinchilla, hizo suya esa denuncia. Bueno nunca es tarde cuando la dicha es buena.
La mayoría de los medios de comunicación cuando hay actos de corrupción se limitan a informar y a veces, ha ido más allá, provocando un escándalo, que haga reaccionar a las autoridades públicas. Por esto debemos pensar ¿qué pasaría si los medios de comunicación no hubieran asumido esa tarea de investigar y denunciar a los actos corruptos, sobre los que desafortunadamente, un día sí y otro también le informan a las y los costarricenses? Probablemente, quedarían en lo oscuro, en aquí, no pasó nada.
Por otro lado, cuando hay un corruptor privado, el Estado como un todo, de oficio, debería no volver a utilizarlo como proveedor de bienes o servicios. Pero la práctica evidencia otra cosa, se castiga al funcionario corrupto visible pero, en la mayoría de los casos, el corruptor no solo queda impune, sino que además, puede volver a tratar de gestionar una nueva relación comercial con algún ente estatal; la que seguramente ganará, usando las mismas perversas prácticas de corromper a quien decide. Este actuar es traición a la Patria.
Finalmente, el narcotráfico es otra tentación tan grande para algunos, ya no para los adictos, sino para cualquiera que quiera hacerse de dinero fácil, donde el trabajo, el esfuerzo, el estudio y la capacitación brillan por su ausencia pues lo único importante es hacer mucho dinero con el menor esfuerzo posible.
Entre esas realidades la Patria naufraga y alguna gente decente que parece no entender la gravedad de la situación y cómo todo esto afecta sus vidas y la de los suyos, ya es tiempo, de que despierten y hagan suyo la lucha contra este flagelo, de la corrupción, el cual de no ponerle un alto, podría acabar con Costa Rica.
La Carretera llamada Juanito Mora o también conocida como la carretera Dignidad, cuyo trayecto va paralelo a la margen del Río San Juan, en nuestra frontera norte y su construcción tiene como propósito que darle vías de comunicación de terrestre a diferentes poblaciones de la zona, a las que antes solo se les podía llegar por ese río.

Contactos

Barrio La California,
San José, Costa Rica,
T: (506) 2256-2338
F: (506) 2255-4483

Accesos