Poseer y portar armas para la protección de la familia es un derecho natural del ser humano.
Incluso las religiones reconocen este derecho. Santo Tomás de Aquino consideraba que “el ciudadano no comete un pecado al matar a un delincuente, sino que la muerte del delincuente es responsabilidad de su propio accionar criminal.”
San Agustín expresó: “si bien la autodefensa con violencia es vista como una triste necesidad a los ojos del hombre de principios, sería aún más desafortunado que los malvados dominaran a los hombres justos.”
El Papa Juan Pablo II dictaminó: “las víctimas de opresión y violencia tienen el derecho y la obligación de proteger su existencia y libertad”.
El Talmud judío advierte: “Si alguien viniera a matarte, levántate y mátalo primero”. Y también: “no te quedes quieto mientras la mujer es violada o tu vecino es atacado.”
Jesús permite a sus discípulos “llevar espadas para defenderse en sus jornadas misioneras”, y en la Biblia, el Éxodo dice: “Si un ladrón es sorprendido entrando en la casa familiar y como resultado de la pelea el ladrón muere, no habrá culpa por su muerte.
Se ha propuesto como santo patrón de las armas a San Gabriel Possenti, un sacerdote canonizado en 1920 por utilizar una pistola de chispa para salvar a una mujer de una violación por parte de una banda.
La doctrina de la autodefensa fue también adoptada por los reformadores protestantes, especialmente los calvinistas.
Minorías raciales o religiosas como cristianos, judíos o musulmanes han sido perseguidos por gobiernos a lo largo de la historia y sólo la posesión de armas por parte de estos pueblos ha evitado su total aniquilación. El control de armas por parte de las tiranías es una medida previa a la sistemática aniquilación de las minorías, como en el holocausto judío por parte de los nazis.
La organización “Judíos por el derecho a poseer armas” ha demostrado que la Ley de Control de Armas que se quiso aplicar en los Estados Unidos estaba basada en la Ley Antiarmas de Hitler en 1938, que sirvió para desarmar al pueblo alemán antifacista.
Las leyes Antiarmas han sido características de los gobiernos dictatoriales del siglo veinte, como lo hizo el régimen turco al desarmar a los armenios antes de su genocidio en 1915.
Pero también incluyeron leyes anti armas de los regímenes soviético, nazi, China comunista, Guatemala, Uganda, el gobierno genocida de Camboya y el régimen de Fidel Castro.
En una ocasión futura nos gustaría volver a esta importante tribuna, exponiendo las opiniones de filósofos y estadistas sobre el tema de las armas.
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