Miércoles, 16 Junio 2010 09:28

Conocer para Querer

No es posible querer, de verdad, sin conocer realmente al objeto del amor. A Costa Rica hay que conocerla para quererla, hay que conocer su historia, sus pueblos, su gente, sus costumbres, conocer su geografía, pasear por sus ciudades y sus campos, ir a los litorales y a las montañas, a los valles, a las playas y a los volcanes, respirar el aire y llenarse de país para quererlo, para protegerlo, para defenderlo, para ayudarlo a crecer en progreso, en justicia y en paz.

De allí la importancia de que los ciudadanos y en general los habitantes de este terruño tengamos de él un vasto y afinado conocimiento geográfico –físico y político-.

Recuerdo a mis maestras, con el mapa sobre la pizarra, enseñando a aquellos humildes alumnos de la Escuela Mixta de Carrillos de Poás, los límites de Costa Rica con Nicaragua y Panamá y las líneas litorales, con las principales poblaciones ubicadas en esas zonas. Por eso jamás podré olvidar que Los Chiles está en la frontera norte, que Paso Canoas y Sixaola son las principales poblaciones fronterizas con Panamá, que la Península de Osa está en el Pacífico Sur y que todo el litoral Caribe está en la provincia de Limón.

Uno pensaría que hoy, con los avances en los instrumentos y metodologías al alcance de educadores y educandos y el enorme apoyo de los medios de comunicación, esta enseñanza-aprendizaje de nuestra geografía sería, además de más llamativa y bonita, más efectiva, ¿lo será realmente?

Lastimosamente hay sustento de sobra para la duda, sobre todo cuando se es testigo de la ignorancia y falta de rigor que ponen de manifiesto algunos maestros y profesores, así como algunos periodistas –que para estos efectos y muchos otros también son educadores-, y ni qué decir de autoridades en otros ramos, líderes y ciudadanos comunes.

En una ocasión escuché a una maestra citar al río Reventazón entre los que llevan sus aguas al lago Arenal. Todos los días oímos reporteros informando con absoluta imprecisión acerca de los lugares donde ocurren los hechos de los que se informa: hablan de un crimen ocurrido en Heredia, ¿pero dónde?, en San Antonio de Belén o en Río Frío de Sarapiquí, o en el Barrio El Carmen de la ciudad de Heredia? O peor aun, siguen hablando con un gran descuido de Sarchí de Grecia, de Buenos Aires de Osa y de los cantones de Tres Ríos, Guápiles, Quepos y Filadelfia, confundiendo los cantones de la La Unión (Cartago), Pococí (Limón), Aguirre (Puntarenas) y Carrillo (Guanacaste),  con sus cabeceras.

 

Hace unos días, en un concurso, preguntaron por el límite suroeste de la provincia de Limón. De primera entrada, el concursante descartó la opción que era la correcta: la provincia de Puntarenas. Pocos saben  que esas dos provincias costeras se juntan allá en las alturas de la cordillera de Talamanca.

Y así podríamos seguir enumerando testimonios de esa ignorancia o descuido respecto de la geografía del país, como podríamos hacerlo también en relación con la historia patria, con la exaltación de nuestros héroes y heroínas, en fin, con todas esas materias elementales para el fortalecimiento de una identidad y un sentido de pertenencia, y a su vez indispensables para crecer como una sociedad enraizada en sus logros históricos.

 

Contactos

Barrio La California,
San José, Costa Rica,
T: (506) 2256-2338
F: (506) 2255-4483

Accesos