Sin duda dos premios que maximizan la trascendencia de dos mujeres excepcionales quienes con su trabajo en televisión han dejado, y siguen dejando, un legado importante en Costa Rica en la formación de valores como el trabajo en equipo, la cooperación, la empatía, la creatividad y la disciplina.
Referirse a doña Flora y a doña Inés es hablar de dos mujeres cargadas de energía, fe, pasión, esfuerzo y perseverancia. Quienes han hecho de sus vidas un semillero de enseñanzas, conocimientos, consejos y servicio para y por la familia.
Mujeres con un gran nivel de vocación, compromiso, amor y responsabilidad para con sus trabajos. Por ello se puede decir que el éxito de ellas está en el haber comprendido que el verdadero sentido del éxito profesional consiste disfrutar y respetar el trabajo y, a la vez, concebirlo como un medio de servicio en pro de los demás.
De alguna manera ese compromiso de doña Flora y doña Inés con su labor profesional me hace recordar las palabras de la Beata Teresa de Calcuta cuando señalaba que “no puedo parar de trabajar, amo el trabajo, para descansar tendré toda la eternidad”…
Y eso en doña Flora y doña Inés es una máxima de vida. Por eso, figuras como doña Flora y doña Inés son las que deberíamos emular pues son personas quienes han hecho de la experiencia una fuente incansable de sabiduría que, perfectamente, nos puede servir de estímulo para hacer de nuestro trabajo una actividad más agradable y productiva.
Ojalá nosotros tuviéramos esa energía, esa pasión y ese amor por el trabajo como lo han tenido ellas; en el caso de doña Flora durante más de 40 años con su programa Cocinando con Tía Florita y en el de caso de doña Inés durante más de 50 años con su programa Guiness Récord Teleclub.
Por ello, no puedo más que felicitarlas por la gran cantidad de exitosos años que llevan en la pantalla nacional. Indudablemente doña Flora y doña Inés han hecho de sus años un caudal de energía para seguir construyendo, para seguir creando, seguir aportando y seguir dejando una huella tan digna y tan propositiva en Costa Rica. ¡Honor, a quien honor merece!