Durante las últimas décadas Costa Rica ha llevado a cabo un trabajo extraordinario en materia de competencia y atracción de inversiones, que nos ubica en una realidad de la cual quizás diversos sectores de la sociedad no tienen conciencia plena, y tiene que ver con la importancia fundamental de este tipo de regímenes, no sólo para el país, sino para la economía global.
Los diversos regímenes de Zonas Francas (RZF) generan 70 millones de puestos trabajos directos en el mundo en alrededor de 3500 Zonas Francas, lo cual, en términos reales, representa el 1% de la población mundial, con una tendencia al crecimiento.
En Costa Rica, gracias a las Zonas Francas la generación de empleos es de alrededor de 83 mil empleos directos y 43 mil indirectos, con una tendencia al crecimiento. A esto se debe agregar que, en materia de salarios el promedio en el RZF es de $1550 (2015): 1,8 veces más alto más alto que el promedio del sector privado.
Otro dato relevante, que complementa laimportancia del RZF, y que permite cuestionar la intención de algunas voces políticas que procuran la desaparición de las exoneraciones, es que por cada dólar exonerado se devuelve al país $6,2 según la estimación de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica, PROCOMER.
Nuestro país a lo largo del tiempo ha enfrentado cambios importantes, por ejemplo, se inició con un régimen en donde predominaba la industria textil y de confecciones, pasando posteriormente a la promoción de sectores mucho más especializados, en donde podemos destacar la producción de dispositivos relacionados con ciencias de la vida, manufactura avanzada, manufactura liviana, industria alimentaria y de servicios de diversa índole.
En el último quinquenio de esta década, el mayor reto que enfrenta el país es que las Zonas Francas sean reconocidas como lo que realmente son: parte importante en el engranaje de la economía nacional, un sector pujante, dinámico, competitivo, generador de empleos de diversa índole y que devuelve a nuestra sociedad más cinco veces lo que recibe como exoneración.
Es por eso que la XX Conferencia de Zonas Francas de las Américas nos brinda la oportunidad perfecta para que todo el país reconozca y valore lo que tiene, y quizás la mejor manera de hacerlo es midiendo las experiencias de otras naciones que han puesto sus esperanzas en el RZF para avanzar hacia el desarrollo y bienestar de nuestras naciones.