Lunes, 24 Diciembre 2007 18:00

Navidad

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25 de diciembre 2007.  En familia reunida recordamos hoy los cristianos el nacimiento de un niño, que siendo Dios se hizo hombre en el vientre virgen de su madre María, para padecer en vida con nosotros, a nuestro lado, y hacer suyas nuestras carencias, limitaciones y debilidades, demostrándonos que a pesar de todas las imperfecciones y carencias del ser humano, podemos y debemos aspirar llegar a ser cada día más justos, dignos y buenos. 

Cada navidad celebramos la esperanza del hombre, que en Belén recibió de sus padres por nombre Jesús.  Llegó al mundo aquél niño en un pueblo pequeño y pobre, para ser criado en familia, en un hogar de gente humilde, sencilla y trabajadora.  No trajo consigo grandes ejércitos libertadores, ni las riquezas terrenales que algunos en su egoísmo esperaban, pero a su paso sembró e hizo germinar en la fértil tierra del espíritu y la razón, las semillas de la palabra de su padre que contienen el mensaje de amor, libertad y salvación que aún se desarrollan, crecen y perfeccionan en nosotros hasta que algún día podamos comprender toda su grandeza.

En ninguna otra fecha como hoy sentimos la necesidad o la motivación suficientes para felicitarnos, y hasta para obsequiarnos los unos a los otros, dándonos sinceras muestras de nuestro aprecio y solidaridad.  Recordamos, al menos por un día, que todos los hombres y mujeres somos iguales, hermanos e hijos de un mismo Dios. 

Quizás si tan solo pusiésemos en práctica con más frecuencia la primera de las enseñanzas de Jesús, queriendo y entregando todos los días un poco más de nosotros a nuestros semejantes, en especial al hermano que más lo necesita, podremos vivir en permanente celebración espiritual.  Se que aquél es un difícil propósito cristiano, que personalmente anhelo poder cumplir, pero que ignoro si en mi debilidad tendré la fuerza, el valor y hasta el entendimiento para poder seguir fielmente.  Hoy, sin embargo … al menos por hoy!, saludo y abrazo con este comentario por igual al amigo que al extraño, y a todos, en especial a los niños y niñas, les deseo que pasen una muy “Feliz Navidad” .

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