Camilo Rodríguez  Chaverri

Camilo Rodríguez Chaverri

Un amigo mío, boyero, agricultor de San Antonio de Coronado, un día de estos fue al Mercado Central a comprarle un traje típico a su pequeña nieta, de dos o tres años de edad. Cuando se lo dio a la mamá de la chiquita, le dijo, “tenga este vestido, es para que esa niña aprenda a amar a Costa Rica. A los chiquitos hay que enseñarles desde pequeños a amar la patria”

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Yo Emprendedor es una iniciativa exitosa que ha logrado un impacto positivo en Costa Rica fomentando el emprendedurismo. Todas las personas que tengan una idea o negocio innovador podrán participar. Podrán presentarlo del 21 de julio al 1 de octubre, gracias a la IV Edición de la Competencia Nacional de Planes de Negocio Yo Emprendedor 2011, la cual ha demostrado ser una experiencia enriquecedora para los emprendedores por la capacitación y retroalimentación que reciben de sus proyectos durante el proceso así como la exposición que logran ante audiencias relevantes.
Otras ventajas tangibles de participar en la competencia son la ooportunidad inmejorable para que emprendedores puedan mostrar sus planes de negocio a audiencias relevantes, la pposibilidad de ganar atractivos premios  y el ppotencial de obtener financiamiento para sus proyectos.
La inscripción será mediante el sitio web www.yoemprendedor.net De las propuestas que se presenten se seleccionarán 30 con un alto grado de innovación y alto potencial de crecimiento permitiendo a sus creadores recibir capacitación sobre cómo vender su proyecto y formular el plan de negocios.
Este es el cuarto año que se realiza la Competencia Nacional de Planes de Negocio Yo Emprendedor. En tan solo los primeros tres años, Yo Emprendedor ha analizado más de 300 oportunidades de negocio, se han presentado más de 50 oportunidades a inversionistas y derivado inversiones por más de $2.5 millones de dólares.
Esta importante competencia tiene como aliados a la compañía Coca-Cola, la  Fundación Avina, Fundación Mesoamérica, Banco Nacional, Fundación BLP Pro Bono,  Microsoft, Cinética, y Hotel Real Intercontinental, quienes son patrocinadores de la iniciativa.
La misión de Yo Emprendedor es convertirse en el promotor y referente del emprendimiento innovador en Costa Rica a través de una plataforma de recursos, herramientas y contactos que generen un ecosistema apto para la proliferación de nuevos negocios exitosos.
La competencia de planes de negocios de Yo Emprendedor es sólo uno de los esfuerzos de la iniciativa como ecosistema para la promoción del emprendimiento.  Para lograr desarrollar el “Ecosistema” completo, Yo Emprendedor enfoca sus esfuerzos en 5 áreas como fomento del espíritu emprendedor,  plataforma de contenido, convocatoria Nacional de Planes de negocio, desarrollo de fuentes de financiamiento  y el ser un centro de referencia o enlace.
Felicito a los organizadores de Yo Emprendedor e invito a los emprendedores a atreverse a presentar sus proyectos innovadores.
Yo Emprendedor es una iniciativa exitosa que ha logrado un impacto positivo en Costa Rica fomentando el emprendedurismo. Todas las personas que tengan una idea o negocio innovador podrán participar.
Algunos expertos del Banco Mundial me han confesado que en ningún lugar del mundo hay un sistema de seguridad social con los alcances del nuestro. Hay países  con sistemas más complejos, como los países escandinavos, pero en ninguno hay un sistema que tenga a la vez tres características que tiene la Caja Costarricense del Seguro Social.
Esas tres características son que la Caja tiene cobertura total, atiende incluso a quienes no cotizan y hasta a los extranjeros; la segunda característica es que en la Caja atienden a todo tipo de personas y sin que importe su enfermedad, o sea, no importa cuán compleja sea la situación de la salud de una persona, la Caja siempre le atenderá; la tercera característica es que los servicios de la Caja no exigen un co-pago, no se paga un deducible. Que en Costa Rica todos y todas puedan recibir servicios de atención de salud incluso sin que tengan cómo pagarlos, que no haya diferencias en la Caja entre los que tienen y pueden pagar y los que no tienen y no pueden pagar, es, sin duda, lo más hermoso que tiene el sistema de seguridad social. Esto no se puede perder.
Hay que defender a la Caja. Si se pierde nuestro sistema de seguridad social, se resquebrajaría la democracia y el alma del ser costarricense. Hay que atacar los problemas de la Caja, el gran endeudamiento del Estado, que le debe mucho dinero a esa institución, y los perros amarrados de muchas empresas privadas, que tampoco le pagan a la Caja. Hay que atacar urgentemente el tema de las pensiones, antes de que sea insostenible. Y hay que detener la tendencia  a desmantelar a la Caja a favor del enriquecimiento de quienes han hecho de la salud privada un gran negocio.
La Caja tiene serios problemas económicos, que se traducen en las largas filas y las listas de espera, pero sigue siendo la más grande y emblemática institución costarricense, la gran cristalización del espíritu democrático y su máxima expresión de solidaridad y justicia social.
La Caja es una gran bendición, un tesoro social que tiene Costa Rica, y que hay que defender la institucionalidad del seguro social y su buena salud, hay que defender a la Caja a toda  costa y al precio que sea necesario. Si se cae la Caja, se nos cae el país. Si se defiende y se sostiene a la Caja, se garantiza la paz social de Costa Rica.
No se trata de dejar de ver los problemas de la Caja. Es entender que no se debe matar el perro para acabar con las pulgas. La Caja es un tesoro de la justicia social de nuestro país.
Algunos expertos del Banco Mundial me han confesado que en ningún lugar del mundo hay un sistema de seguridad social con los alcances del nuestro. Hay países  con sistemas más complejos, como los países escandinavos, pero en ninguno hay un sistema que tenga a la vez tres características que tiene la Caja Costarricense del Seguro Social.
Una historia del escritor uruguayo Eduardo Galeano cuenta que a un violinista que iba por un camino, le robaron el violín. Lo encontraron unas horas después, herido y adolorido, pero cuando le preguntaron cómo se sentía, contestó sonriendo, “pobrecitos ellos, porque se robaron mi violín pero no se pueden robar mi música”. Al matar vilmente a Facundo Cabral, no pueden matar su maravillosa lucha por la libertad, por la paz mundial, por el arte y por la tolerancia. Al convertido a Facundo Cabral en un mártir de los principios más altos y sublimes del ser humano.
Tuve la oportunidad de verlo en escenario tres veces y lo entrevisté en dos ocasiones para dos medios costarricenses. Siempre me impresionó su personalidad, su capacidad de asombro, el niño que siempre llevó por dentro. Me encantó su gran amor por la poesía, su respeto por la vida de las personas, su gran admiración por los esfuerzos que hace cada persona para surgir y cada pueblo para encontrar un mejor destino. Canciones suyas son verdaderos emblemas humanistas, como esa que dice, “No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad”. O canciones de amor, como la que tiene estos versos, “cuando los amantes entran al bosque, las mariposas tiemblan, porque los amantes no saben cazar mariposas”. También fue fundamental para que América Latina escuchara con mayor profusión a otros grandes artistas como Atahualpa Yupanqui. Por ejemplo, hizo famosa esa canción que dice, “pobrecito mi patrón, cree que el pobre soy yo”.
Fue grandioso en el rescate de la vida de la gente del campo, del agricultor, el obrero, el campesino, el albañil, el carpintero, el fontanero… También la mujer que siembra la tierra, que cría muchos hijos, que cocina para los peones, que hace tamales y sopa para el turno con el que recogen dinero para la escuela, el hogar de ancianos o el albergue de niños con discapacidad. Era un hombre valiente, un defensor de la dignidad de la persona, de la personalidad clarísima de cada pueblo. Era un defensor de la patria humana, de que todos y todas tenemos un compromiso con el ser humano por encima de diferencias. En una canción dice, “sólo lo muy barato tiene precio”.
Lo ha matado la violencia institucionalizada de América Latina. Y lo mató por error. Pero qué va, una muerte de estas no es por casualidad, ni por error. Han matado a un gran defensor de la paz. Y eso tiene un gran contenido simbólico. Me sobrecogió ver a  la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, llorando en el lugar del crimen. Guatemala, Costa Rica, América Latina, y el mundo entero tienen que llorar por la muerte de este gran cantor de la vida, del amor y de la dignidad humana. Que no descanse en paz Facundo Cabral. Que su canto y su mensaje  defiendan lo mejor de la humanidad por los siglos de los siglos.
Una historia del escritor uruguayo Eduardo Galeano cuenta que a un violinista que iba por un camino, le robaron el violín. Lo encontraron unas horas después, herido y adolorido, pero cuando le preguntaron cómo se sentía, contestó sonriendo, “pobrecitos ellos, porque se robaron mi violín pero no se pueden robar mi música”. Al matar vilmente a Facundo Cabral, no pueden matar su maravillosa lucha por la libertad, por la paz mundial, por el arte y por la tolerancia. Al convertido a Facundo Cabral en un mártir de los principios más altos y sublimes del ser humano.
Costa Rica es el primer país del mundo que ha podido convivir pacíficamente durante sesenta años sin ejército. También es el primer país del mundo que ha podido conservar en parques nacionales y reservas biológicas hasta el veinticinco por ciento del territorio nacional, algo que ha podido realizar ningún otro país del planeta.
Esa simbiosis de paz y de respeto a la naturaleza hace que Costa Rica haya podido presentar al mundo la iniciativa de “Paz para la naturaleza”, con el que nuestro país es el primero en enfrentar la responsabilidad de convertirse en carbono neutral. Ahora siguen esta iniciativa países del primer mundo como Noruega, Suiza y Suecia, los países con mayor desarrollo humano. Esto nos ha hecho únicos en el mundo, y permite que Costa Rica sea reconocida por estas iniciativas.
En medio de toda esta situación, Costa Rica ha vivido un problema diplomático, fronterizo, con Nicaragua. Mientras el presidente de Nicaragua promueve la confrontación, Costa Rica está llamada a volver a levantar la bandera de la paz. Porque es la paz lo que caracteriza nuestra esencia y nuestra historia.
En este sentido, surge Peace Parade, como una iniciativa de arte público a favor de la paz, la sana convivencia entre los países, la solidaridad entre naciones hermanas, el orgullo de ser países latinoamericanos con una historia prehispánica común, y con muchos más elementos en común que puntos de divergencia. Peace Parade es hermano de una manifestación anterior, Cow Parade, que llenó de vacas pintadas por artistas todos los rincones de San José. El Cow Parade nació en Zurich, y el Peace Parade nacerá en Costa Rica.
Peace Parade aprovecha la experiencia de Cow Parade y pretende que escuelas y colegios intervengan directamente en la incidencia del mensaje de paz que llevará a sitios públicos hermosos y estratégicos de la capital. Todas las escuelas y colegios pueden participar enviando mensajes de paz. Luego, esos mensajes se plasmarán sobre palomas de la paz subidas en una esfera de piedra, un elemento único y muy especial del alma y la historia de Costa Rica.
Es la poesía de la paz,  la magia del entendimiento llevado a la máxima expresión del arte y la cultura. Es un proyecto que hermana lo estético y lo ético, la paz y el arte, las bellas manifestaciones del ser humano y lo más excelso y sublime del espíritu de la humanidad.
El lanzamiento de este proyecto que poblará San José de palomas de la paz fue hace pocos días. Es una iniciativa de GPO Vallas y la Municipalidad de San José, con la participación del Movimiento Solidarista Costarricense.
Costa Rica es el primer país del mundo que ha podido convivir pacíficamente durante sesenta años sin ejército. También es el primer país del mundo que ha podido conservar en parques nacionales y reservas biológicas hasta el veinticinco por ciento del territorio nacional, algo que ha podido realizar ningún otro país del planeta.
Por cada denuncia de robo que hay en Limón, hay tres denuncias en Pococí. Sólo el cantón central de San José nos supera en datos de delincuencia y criminalidad. Y en San José hay barrios como La Carpio, Aguantafilo, Rincón Grande, Las Gradas y Cristo Rey. ¿Cuáles son los barrios que se “codean” con esas comunidades en Pococí? Entre ellas, Barra del Colorado y de Tortuguero.
Uno de los temas fundamentales de la segunda marcha contra la delincuencia y la criminalidad en Pococí fue ese: nos llegan barriadas enteras de San José, con proyectos de vivienda que nos inundan de familias de barrios urbano-marginales de la capital. Y la gente en la marcha fue terminante en su actitud. Cientos de pancartas decían, “queremos recuperar la paz”, y el comunicado oficial de los organizadores rezaba, entre otros puntos, que la delincuencia se nos viene encima con proyectos de vivienda popular con los que nos llegan personas indeseables a las comunidades. No es ser racista ni prejuicioso, es que la realidad rebasa a los ojos. No pueden enviarnos barrios enteros.
Otro tema fundamental es el consumo y la venta de drogas, que anda por la libre en comunidades de La Rita, Cariari y Guápiles, y ni qué decir del tráfico de drogas en el distrito de Colorado, tierra de nadie, tierra sin ley ni más señor que el dinero mal habido. Colorado y Tortuguero están a la mano de Dios.
Y sin duda que hay serios problemas ligados al alcoholismo. Aquí se consume licor en cualquier lugar, como nada, y algunas licoreras se han convertido en vulgares cantinas a cielo abierto, donde la gente consume licor más barato y se sienta a tomar en las aceras, cuando hay aceras; en los caños, o abiertamente en media calle. Las licoreras se prestan para todo tipo de abusos y torerías.
Me ha tocado ver pleitos en media calle, entre borrachos que pasan frente a una licorera como si fuera una chichera de mala muerte. Es algo terrible.
La solución es compleja. Falta más policía, urgen las patrullas, las motos, el personal especializado, pero si siguen mandándonos barrios enteros de marginalidad de la capital, es poco lo que podemos hacer.
Me encantó ver a tanta gente conocida junta. Me encantó que Guápiles, Cariari y La Rita se dieran la mano en una manifestación popular. No hay que olvidar que Isla Calero también pertenece a Costa Rica y a mi cantón, Pococí, y que no es justo que aquí haya índices de delincuencia y criminalidad tan deprimentes y alarmantes.
A la par de Aguantafilo, Rincón Grande, La Carpio, Las Gradas y Cristo Rey, lamentablemente hay que poner a Barra del Colorado y Barra de Tortuguero cuya atención merece un contingente policial de verdad. Ya dimos el primer paso: ya no nos da vergüenza admitir que tenemos un problema serio de delincuencia y criminalidad, y que estamos entre los peores del país en ese campo. Guápiles y en general Pococí, es tierra de producción y de progreso. No merecemos en mi pueblo, en mi tierra, un abandono tan evidente y deplorable.
Por cada denuncia de robo que hay en Limón, hay tres denuncias en Pococí. Sólo el cantón central de San José nos supera en datos de delincuencia y criminalidad. Y en San José hay barrios como La Carpio, Aguantafilo, Rincón Grande, Las Gradas y Cristo Rey. ¿Cuáles son los barrios que se “codean” con esas comunidades en Pococí? Entre ellas, Barra del Colorado y de Tortuguero.
Hace unos días, el Banco Popular hizo un homenaje al fundador de Diario Extra, Extra TV 42 y América América, don William Gómez, con la presencia de los ex presidentes Abel Pacheco y Oscar Arias y el vicepresidente Luis Liberman y los ex ministros Francisco Antonio Pacheco, Ricardo Toledo y Rodrigo Arias.  El discurso de don William fue una verdadera lección de periodismo. Dijo que siempre hay que luchar para que las cosas que uno hace, queden bien, queden bonitas. Que en el periodismo no hay almuerzo gratis y que el periodista no puede venderse a los intereses de los grupos de presión. Que el periodismo tiene que fiscalizar lo público pero que no debe matar a nadie con sus denuncias, ni juzgar, ni condenar. Que las presiones de ciertos grupos pueden matar a cualquiera más rápido que un balazo. Que Costa Rica tiene buenas personas en la función pública, pero que a veces los periodistas pretendemos que se conviertan en “supermanes”. Yo asentía con la cabeza.
Don Francisco Antonio Pacheco, quien es de Alajuela, al igual que don William, explicó que el alajuelense es horizontal con la gente, igualitario y demócrata por naturaleza, y que todo eso caracteriza a don William y a su obra periodística, donde se le ha dado espacios a todos los sectores. El alajuelense tiene mirada crítica, desmitificadora. Así es la obra de William Gómez.
Luis Liberman destacó el que don William tuviera que haber trabajado desde muy joven, casi desde niño, como él mismo también lo hizo, ambos ayudándole al papá, dijo que esa formación en el trabajo fue fundamental para don William, y destacó su gran valentía como empresario, lo emprendedor que ha sido, lo ordenado y lo disciplinado que fue para levantar sus medios de comunicación.
Cuando terminaron los discursos, el presidente del Club Unión, José Francisco Aguilar, rompió el protocolo, se fue para la mesa principal, tomó el micrófono y contó que cuando el Club Unión estuvo en crisis, fueron a pedir ayuda en los medios donde compraban publicidad, les dieron la espalda. Y que el único que les ayudó, les tendió la mano, les abrió las páginas de sus periódicos, los espacios de su emisora y su canal, fue William Gómez. Él sintetizó la grandeza de este hombre, dueño del emporio del periodismo popular, para el pueblo, para la clase trabajadora, dueño del periódico que puso a leer y a informarse a los peones del campo y de la construcción, a los guardas, a las trabajadoras domésticas, la grandeza del hombre que, a pesar de enfocarse en la clase baja y la clase media, le tendió una mano al club más encopetado, al ícono de los cafetaleros de antaño, le dio apoyo cuando más lo necesitaron. A quienes el Club Unión compraba publicidad, esos le dieron la espalda. Sólo don William les tendió un puente, aunque nunca habían comprado pero ni un anuncio en Diario Extra. Sólo un gran demócrata, sólo una gran persona, sólo un ser excepcional hace algo así.
Hace unos días, el Banco Popular hizo un homenaje al fundador de Diario Extra, Extra TV 42 y América América, don William Gómez, con la presencia de los ex presidentes Abel Pacheco y Oscar Arias y el vicepresidente Luis Liberman y los ex ministros Francisco Antonio Pacheco, Ricardo Toledo y Rodrigo Arias.

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